Elian
La historia de nuestro pequeño pollito empezó un 4 de marzo de 2020, cuanto tenía tan solo seis meses de nacido. Virginia (mamá de Elian), acudió al hospital de la región a realizarle exámenes a Elian, ya que una de las revisiones de rutina había salido un poco alterada. Cuando obtuvo los primeros resultados, trasladaron al bebé de emergencia porque al parecer el panorama no era nada alentador, en ese momento Virginia solamente podía llorar desconsolada porque el miedo y la incertidumbre invadieron todo su ser.
De camino a San José, Virginia no podía controlar la angustia que sentía, esto aunado a que iba sola con su bebé, toda la familia debía quedarse en Guanacaste mientras ella sacaba fuerzas del rincón más profundo de su corazón para sostener a su bebé. Nos cuenta que no llevaba dinero ni ropa para cambiarse, pensó que era algo pasajero; sin embargo, después de muchos exámenes y ver a su pollito llorar por las múltiples inyecciones, la familia pudo conocer el diagnóstico de Elian:“el bebé de la casa tenía leucemia”. Su primera reacción fue preguntar si su bebé se iba a morir, porque meses atrás la abuelita de Elian había falleció de leucemia, en ese momento perdió las esperanzas, solamente pensaba lo peor y sentía desolación.
Después de recibir esta noticia tan difícil de asimilar, Virginia aún debía llamar a su esposo (que estaba en casa desesperado) para comunicarle el diagnóstico de su amado bebé; además, como si esto fuera poco, debían contarle a Joseth (hermanita de Elian) y tratar de explicarle el padecimiento de su hermano teniendo tan sólo 6 años. Por fortuna la Familia de Pollitos de Hierro pudo conocer a la familia de Elian muy pronto, darle palabras de aliento a sus papás, llorar junto a ellos cuando la desesperación también nos invadía el alma y celebrar cada uno de los avances que el pollito ha tenido en su tratamiento, todos sabemos que el pollito es un bebé muy fuerte y que todo va a estar bien.
Y como uno de los valores más importantes para la Familia de Pollitos de Hierro es atender a toda la familia, hemos estado consintiendo también a Joseth (hermanita de Elian), nos cuenta Virginia que ella espera el momento en el que llegan sus tíos de Pollitos de Hierro a dejarle sorpresas y muchísimo amor. Joseth ha tenido que sobreponerse a la ausencia de su hermanito y de su mamá, pero como toda una Pollita de Hierro es valiente y ha aprendido a disfrutar cada segundo que su hermanito esta en casa, ellos se aman con locura. Mientras Virginia y Elian están en hospital, Joseth debe estar en casa con su papá y ser paciente para ver de nuevo a su familia unida, llora constantemente de preocupación por su hermanito y extraña el beso de buenas noches que siempre le daba su mamá; sin embargo, es una niña fuerte y con mucho amor hemos tratado de reconfortar su corazoncito.
Pasaban los días y el pollito se sobreponía a los efectos de la quimioterapia, los ánimos de su familia mejoraban, tratamos de apoyarlos segundo a segundo porque sabemos que el amor lo cura todo. Pero justo en ese momento, Elian fue diagnosticado con rotavirus y los antibióticos que tenía que recibir eran tan fuertes que debilitaban aún mas la salud de nuestro pequeño pollito. Nos cuenta su mamá, que habían momentos en los que ella lloraba a solas, sentía que no tenía fuerzas para seguir luchando y veían tan agotado a nuestro pequeño Elian, que hizo una oración: “yo le entregué a mi hijo a Dios, como madre sentía que él no podía luchar más” (Virginia, mamá de Elian).
Sin embargo, a pesar de las súplicas desesperadas de su mamita, Elian se recuperó una vez más, las pruebas han sido muy duras pero a cada instante el pollito nos sorprende con su valentía y ganas de luchar. Nos cuenta Virginia que gracias al apoyo que han recibido de la Familia de Pollitos de Hierro, nunca se han sentido solos, en casa no ha faltado ni la comida, ni las cosas que necesitan sus hijos y mucho menos el AMOR. Nos halaga cuando nos dice: “los tíos de la Familia de Pollitos de Hierro son realmente tíos de mis hijos y han sido una bendición, gracias a que nos dan tanto amor ya no estoy sola porque ustedes están al pendiente de todas las pruebas que debemos pasar y nos acompañan en este duro proceso”.
Sabemos que faltan muchísimas pruebas por superar, es un camino largo y difícil que solamente se supera con muchísimo amor y ganas de luchar. La Familia de Pollitos de Hierro estará junto a Elian y su familia absolutamente todos los días que faltan para que nuestro amado Pollito de Hierro esté libre de cáncer.
A pesar de su corta edad y de los tratamientos a los que debe someterse para ganar su lucha contra el cáncer, nuestro Pollito de Hierro es un niño muy valiente, siempre tiene energía, juega, ríe y nos sorprende a diario con su fuerza y ganas de vivir. Cada día que pasa, es un día menos que falta de tratamiento, pero la sonrisa de Elian y Joseth nos indican que todo va a estar bien y nos llenan de fortaleza a toda su familia.
Autoría: Tía Melissa Romero.
¿Cómo puedes ayudar a un Pollito de Hierro?
La Fundación Pollitos de Hierro busca contribuir con familias que viven en un contexto de pobreza extrema y riesgo social, ayudando a sobrellevar la problemática que se genera a partir del diagnóstico de un niño con cáncer
