Joshua
Joshua nació en Costa Rica, crecía fuerte, saludable (precioso nos dice su mamita) y sus papitos decidieron ir a Nicaragua, a compartir con las personas que aman la primera navidad de su bebé, ya que sus abuelitos no lo conocían. Disfrutaron mucho en familia, comieron los platillos favoritos de su país y todos le dieron a Joshua el enorme amor que sus corazones tenían para él.
Un 28 de diciembre de 2017, recién pasada la noche de navidad donde Joshua abrió todos los regalitos que sus seres queridos habían preparado para él, con tan solo un año de vida, esta felicidad acabó. Una terrible noticia cambió la vida de Joshua y sus papitos…. esos dolores de pies, manos y calentura tenían un origen, al bebé de la casa le diagnosticaron leucemia.
Acá inició una dura prueba para Joshua, que debía soportar todos los tratamientos de quimioterapia necesarios para que esta terrible enfermedad abandonara su cuerpo. Sus papás han luchado segundo a segundo a con él hasta el día de hoy. El camino es largo, faltan muchos pasos por recorrer, pero la sonrisa de Joshua, sus locuras, su voz gritona, su amor y sus abrazos llenan de fuerzas a todos lo que tienen el privilegio de compartir con él.
Su mamita nos dice que: “Ha sido difícil, si… muy difícil, pero también este proceso ha sido de bendición, porque hemos encontrado personas de muy buen corazón y a pesar de las dificultades, Dios nunca nos ha dejado solos. En todos estos momentos duros hemos sido muy felices, inclusive más felices de lo que éramos antes, Pollitos de Hierro se ha encargado de hacer de mi niño un niño feliz, ustedes nos cayeron del cielo porque no solo nos ayudan con el alimento de nuestra familia sino que llenan a Joshua de amor y detalles, esta navidad no la pudimos pasar con nuestra familia en Nicaragua, pero la pasamos en la fiesta de navidad de la Familia de Pollitos de Hierro, estos han sido de los días más felices de mi pollito, por eso él los ama con todo su corazón”.
Les contamos en secreto que Joshua no se deja dar besos, pero perseguirlo por toda parte hasta que se canse y nos deje comerle los cachetes a besos es nuestra mayor recompensa.
¿Cómo puedes ayudar a un Pollito de Hierro?
La Fundación Pollitos de Hierro busca contribuir con familias que viven en un contexto de pobreza extrema y riesgo social, ayudando a sobrellevar la problemática que se genera a partir del diagnóstico de un niño con cáncer
